lunes, 27 de octubre de 2008


Aquel lago se situaba en una montaña casi inalcanzable. Comenzó a caer la noche. El frío inundó el ambiente. Todo parecía muy solitario. Sólo se escuchaba el leve ruido del viento.
Al llegar a su destino, los guerreros decidieron descansar en el punto acordado. El lago reflejaba de forma nítida y clara las estrellas, como si de un espejo se tratara; la luna danzaba en sus aguas, mientras la suave brisa le acompañaba.
A medida que avanzaba la noche, el bosque adquiría un ambiente casi desértico. Los guerreros hicieron una hoguera para cobijarse del frío. Cuando el fuego les alumbraba, bailaban, bebían, reían y conversaban. Dejaban pasar el efímero tiempo hasta que llegase el amanecer.

(Elaboración de efectos estilísticos, trabajo de lengua)

lunes, 6 de octubre de 2008


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Hay veces que la realidad supera a la ficción. A veces el constante devenir de lo que nos rodea nos supera, es entonces cuando buscamos evadirnos, esquivar aquello que nos oprime, olvidar lo que nos duele y hacernos dueños del tiempo que corre hacia adelante.
En ese ánsia por escapar nacen en nuestra mente ideas de las cuales podemos extraer el Arte, eso que nos hace emplear nuestro tiempo en sentirnos realizados, esa vía de escape, eso que condecora nuestra realidad. He ahí la particularidad de cada uno, la originalidad, la forma que tiene de transmitir y plasmar su ser.
Pintura, escritura, escultura, música, fotografía, diseño... Tantos portales que podemos atravesar y tan pocas personas atrevidas que estén dispuestas a hacerlo.
Triste y absurda parálisis cerebral que enferma a la sociedad, ya que les hace perder -absolutamente- el interés por todo que provenga de ellos mismos y no de la colectividad.