sábado, 3 de abril de 2010

Qué fácil es dar consejos y solucionar la vida de los demás, y qué difícil es ser uno mismo.
De la misma manera que nos resulta muy fácil curar la ceguera de los que nos acompañan sin darnos cuenta de que realmente somos nosotros los que nunca quisimos ver, o los que andamos sin mirar las consecuencias que vienen de frente hacia nosotros.
El tiempo es igual para todos, y tarde o temprano tendremos que enfrentarnos a eso que tememos, o a eso de lo que huimos.
Entonces... ¿Por qué dejar para mañana lo que puedes hacer hoy?.
-ReconstruyeTE-